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en realidad, sólo somos gotas contra el suelo.

Lovely Luna.

1.9.12

I gave me away

Déjame ver por última vez el mar y el balanceo de las olas que llegan a mi para morir. No quisiera molestar más con mi presencia al silencio y a la belleza que permiten serenar mi respiración . No, yo no quisiera hacer tal cosa. Por eso, déjame recorrer los acantilados en dónde el vértigo no existe porque se convierte en el placentero desmayo que te aleja por un momento de la vida real, del miedo de caer y te permite caminar por donde tu mente, totalmente cuerda, no te dejaría. A mi no me dejaría pensar que el secreto de la felicidad se encontrase tan lejos de un lugar hermoso en secretos, de luces y sombras y vientos cambiantes, húmedos y tan raudos como las palpitaciones del corazón. Y es que el corazón no permite a esos pequeños momentos o silencios ni a esas diminutas frases y grandes palabras que dañan su tejido que se alejen, los necesita extrañamente, aunque no lo hace siempre. Por eso, déjame ver por primera vez el mar y el suave balanceo de las olas, desde donde nacen, para poder arrastrarme con ellas hacia la orilla y recuperarme de una muerte asegurada.

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