El tiempo se convirtió en palabra.

La ciudad se despertaba.La humedad y el frío invitaban a correr hasta el portal más próximo.Allí,sólo quedaba esperar a que se cambiara el semáforo y a que ambos siguieran su curso.La luz se volvió verde.La circulación comenzó a ser normal.Una repartidora se acercó,tendiendo el gratuito de la mañana.Lo cogió, aproximándolo poco a poco al pecho y presintiendo que allí no estaban sus respuestas.

Sí,se había ido,calle arriba.Por unas horas,las palabras,la tibia piel y el olor de su pelo se iban.

Sentado en el portal,apareció el cartero sin sobres para su buzón.Pensó durante un segundo y se acordó de aquel papel,escrito entre noches y mañanas.Levitó por las escaleras,lo cogió y se puso a andar.Lo hizo lento,dudoso y sin darse cuenta ya había llegado.Había luz en su habitación y gente en la calle.

Se puso a dormir.Las sábanas le parecían ásperas,el colchón demasiado duro.Sabía que algo estaba ya demasiado arraigado en él y sabía que aquel cartero le recordara algo: ser Cartero de Neruda,escribir para un día regalarle los sueños que crea.

["É posíbel"]